Aunque este "experimento" se puede hacer en cualquier época del año, en primavera es una ocasión ideal para ver el crecimiento de las plantas.
Lo mejor de este experimento es que no necesita materiales que haya que comprar o buscar mucho.
Materiales:
- Lechuga
- Agua
- Bol o taza
Para empezar, deberemos cortar la lechuga a unos 10cm de la base. Ponemos agua en el bol o la taza, hasta que cubramos un tercio de la misma.
Ponemos el trozo de la lechuga, con el troncho (donde va la raíz) hacia abajo. Debemos intentar que el agua no se seque.
Esperaremos varios días, hasta que empiecen a salir los nuevos brotes.
Después de su crecimiento, unos cuantos centímetros, ya podremos plantarla en la tierra; para ello, debemos ver que las raíces son fuertes. Si ponemos el bol cerca de una fuente de luz, crecerá más deprisa.
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