Cuando los niños y las niñas empiezan a hablar lo primero que dicen es mamá o papá, de ahí saltan a los hermanos y las hermanas, a las abuelas y los abuelos, a las tías y los tíos, primas y primos...y hasta aquí. Por eso, podemos aprovechar estos días para hacer un trabajo de investigación, acompañarles en esta investigación sobre quién hubo antes de los abuelos y las abuelas, o cuál es el origen de sus apellidos.
El árbol genealógico o familiar, no es más que un cuadro descriptivo de los parentescos de una familia, con la peculiaridad de que las líneas que enlazan a los miembros de las familias, se disponen a modo de ramas.
La amplitud o estrechez de la copa o tronco de nuestro árbol de familia, dependerá de cómo se dispongan las diferentes ramas (si la nuestra es una familia monoparental o monomarental, es muy probable que tengamos que dibujar un árbol más tipo ciprés; si tenemos muchos tíos y tías, primos y primas, seguramente nos salga un árbol con una copa muy ancha, tipo encina).
Empezaremos nuestro árbol de abajo hacia arriba, es decir, poniendo en la base a nuestros o nuestras peques, enlazadas con una línea horizontal, y ascendiendo con los padres y madres y tíos y tías, en un segundo nivel; con los abuelos y abuelas, en un tercer nivel.
El alcance de las ramas superiores deberá depender de la edad del o de la peque: a los y las más pequeñas, les costará más remontarse en el tiempo a los y las bisabuelas, y puede ser una magnífica excusa, para entrevistar a sus abuelos y abuelas sobre sus antecesores.
Tenga las ramas que tenga nuestro árbol, lo mejor será dibujar el árbol en una cartulina grande, dejando mucho espacio para escribir los nombres o incluso, pegar fotos de los familiares. Posteriormente, podéis "rellenarlo" con hojas y dibujar las ramas para que tenga aspecto de un árbol de verdad.
Os dejo aquí varios vídeos que os pueden dar ideas de cómo hacer vuestro árbol.
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