Este experimento es ideal para los y las más peques de casa, ya que une la ciencia, con la actividad sensorial y la creatividad, al tener que manipular el hielo para conseguir el resultado deseado.
Para obtener nuestros hielos brillantes, necesitaremos:
- Aceite de bebé o vegetal
- Bandeja de cubitos de hielo
- Agua
- Pintura fluorescente
- Luz negra
Empezamos poniendo una pequeña cantidad de pintura fluorescente en la bandeja para cubitos. Lo cubrimos con agua caliente y lo removemos; lo llevamos al congelador.
En una bandeja, echamos el aceite de bebé o vegetal.
Sacamos los hielos y los colocamos sobre la bandeja.
Utiliza una luz negra, y deja que los niños y las niñas jueguen con los hielos hasta que empiecen a deshacerse.
La explicación: el hielo, a medida que se derrita, irá dejando gotas de agua con las que los niños y las niñas podrán dibujar formas en la bandeja, ya que al tener diferente densidad, ambos líquidos no se unirán.
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